Mi primer día de trabajo
Sábado 3 de Abril: Son las 4 de la mañana y la entrada del horario de verano me ha quitado una hora del ya de por si poco sueño que he tenido esa noche.
Un día muy importante para mi está comenzando: Mi primer día de trabajo como piloto aviador. A pesar de lo poco que dormí no me cuesta nada de trabajo levantarme de la cama, bañarme, uniformarme y desayunar, después de acomodar mis cosas y estar seguro de que todo está listo salgo de mi casa para recoger al capitán y después pasar a comprar algo de catering para el avión (básicamente agua y café para nosotros y los pasajeros).
El plan del día era volar de León a Puerto Vallarta y regresar. En el camino al aeropuerto el capitán me comenta que haremos dos viajes a puerto Vallarta ese día, mejor para mi!
Llegamos al aeropuerto preparamos el avión y desgraciadamente tuvimos una demora no programada al ingresar el plan de vuelo, que nos atrasó un poco para nuestro itinerario programado.
Encendimos motores y hora y media después los estábamos apagando en Puerto Vallarta donde rápidamente una familia de 2 adultos y 2 niños nos estaba esperando para viajar a León, 13 minutos después de haber apagado los motores nos encontrábamos rodando de nuevo a la pista para nuestro regreso a León.
El vuelo de regreso sin novedad, llegamos, recargamos combustible y nos fuimos de nuevo a Vallarta, de nuevo una familia de 4 personas nos esperaba, subieron al avión y regresamos a León sin contratiempos.
El avión estaba siendo recargado de combustible cuando llega el capitán y me comenta que tenemos un vuelo a Monterrey a las 7 de la tarde, lo cual me pareció fabuloso. Decidimos ir a nuestras casas para descansar un poco. El tiempo pasó muy rápido y solamente tuvimos 45 minutos en nuestras casas cuando se dio la hora de regresar al aeropuerto para nuestro vuelo a Monterrey.
El avión estaba listo, plan de vuelo, autorización, combustible pero hacían falta los pasajeros los cuales llegaron casi 2 horas tarde.
Desde el momento en que despegamos sabíamos que no íbamos a alcanzar a regresar a León antes de media noche, hora en que las operaciones para aviación general quedan cerradas, por lo que pasaríamos la noche en Monterrey, afortunadamente por recomendación del capitán yo llevaba una maleta con un cambio en cada vuelo “por si acaso”.
Llegamos al aeropuerto del norte se bajaron los pasajeros y nosotros, sumamente cansados nos dirijíamos minutos mas tarde al hotel abordo de un taxi, para descansar y regresar a León sin pasajeros al día siguiente.
Así finalizó mi primer día de trabajo.
Ojalá vengan mas días así.
Gracias por leer.